HOLA AMIGOS


Bienvenidos a mi blog. Este será un sitio dedicado a la raza que me apasiona, el cocker spaniel ingles, y en general a todos los perros, con raza o sin ella. Aquí iré colgando temas relacionados con ellos, con los cocker y todo aquello que me parezca interesante, sobre veterinaria, etología etc...

Encontrarás que algunos artículos sobre el cocker son un poco técnicos, pero la mayoría son para todos los públicos. ¡No te desanimes !



Agradecimiento:

Me gustaría agradecer a todas las personas que nos han ayudado, explicado y aguantado tantas y tantas cosas, y que han hecho que nuestra afición persista.

En especial a Pablo Termes, que nos abrió su casa de par en par y nos regaló jugosas tardes en su porche contando innumerables “batallitas de perros”. Suyas fueron nuestras dos primeras perras y suya es buena parte de culpa de nuestra afición. A Antonio Plaza y Alicia, también por su hospitalidad, su cercanía, y su inestimable ayuda cada vez que la hemos necesitado. También por dejarnos usar sus sementales, casi nada. Y a todos los criadores y propietarios que en algún momento, o en muchos, han respondido a nuestras dudas con amabilidad.

Y, por supuesto, a Rambo, Cibeles y Maripepa, a Chulapa y Chulapita, y a Trufa, como no, y a todos los perros con pedigrí o sin el, con raza o sin ella por ser tan geniales.

Muchas gracias


Te estaré muy agradecido si después me dejas tus impresiones en forma de comentario.

Espero que te guste y que vuelvas pronto.



PARA LA REALIZACIÓN DE ESTE BLOG NINGÚN ANIMAL FUE MALTRATADO




lunes, 19 de febrero de 2018

EL PERRO ¿ARMA SECRETA DEL HOMO SAPIENS?


La amistad entre los humanos y los perros comenzó, según los últimos estudios, hace unos 32.000 años. Y ahora, una nueva y fascinante teoría -aún con muchas lagunas- dice que la clave en la batalla que dio la victoria evolutiva y genética a los hombres modernos, al Homo Sapiens, sobre los Neandertales es... justamente esa, su relación con los perros.
En el artículo de The Atlantic hacen un repaso sobre lo que hasta ahora se sabía sobre el declive de los Neandertales, que no es mucho: Durante 250.000 años vivieron y sobrevivieron sin mayor problema en Europa. Entonces, hace unos 45.000 - 35.000 años, llegó el hombre moderno. Y se tomó muy en serio lo de crecer y multiplicarse mientras que los Neandertales sufrieron la suerte contraria y acabaron desapareciendo.


No está clara la razón, pudo deberse a un cambio climático o a causas sociales, a que los hombres modernos crearon mejores herramientas o a que aprendieron a colaborar y eso les permitió ser más fuertes.
Hay quien dice que fue sencillamente una cuestión numérica dado el ratio al que creció la población de Homo Sapiens.
Y ahora la antropóloga Pat Shipman ha añadido una nueva variante a esa última teoría, o más bien una clave crucial: la verdadera ventaja evolutiva, argumenta, vino tras domesticar a los canes. Ellos fueron 'el arma secreta' del Homo Sapiens.


Hay diversas pruebas fósiles que dejan claro que la relación entre unos y otros no era la de alimento y alimentado, los perros no eran vistos como comida sino como algo mucho más importante.
¿Por qué? Por un lado ayudaban a los humanos a cazar y por otro a transportar los cuerpos de los animales muertos -los perros del paleolítico eran, como mínimo, del tamaño de un Pastor Alemán-. Al liberar a los hombres de esa carga, éstos podían dedicarse a otras actividades más productivas.
Shipman añade, además, otra idea curiosa: tanto la colaboración entre humanos como la domesticación del perro se pudo deber a que unos y otros podrían haber aprendido a comunicarse en silencio con efectividad. A diferencia de otros primates, el hombre moderno tiene algo que le permite expresarse mucho mejor con la mirada, la esclerótica, el blanco de los ojos.


No se sabe cuándo sucedió ese cambio genético en nuestros antepasados pero, Shipman postula, pudo ser precisamente lo que permitió a algunos hombres comunicarse con otros sin sonidos, y por lo tanto cazar mejor en grupo y, a la vez, 'hablar' con los perros, un animal que sabe seguir la dirección de la mirada.
Se ha comprobado que los lobos, por ejemplo, no miran a los hombres a la cara, los perros sí, bien lo sabemos los que tenemos a uno de ellos en casa.
¿Interesante teoría, no os parece?


Publicado en SrPerro